Escribí un poema y te lo regalé. Como era tuyo, ya no era parte de mí y lo olvidé. Creo, sin certeza, que vos lo hiciste tuyo, lo amaste.
Al día siguiente te ví, nos vimos. Y vos me lo recitaste en el oído. Y tan feo era -¡Como pudiste decirme eso!- que moriste dentro de mí. Para siempre, muerta.
Buenisimo..
ResponderEliminar"moriste dentro de mi. Para siempre, muerta". Excelente esa frase!
Saludos!
='(
ResponderEliminarGracias por leer.
ResponderEliminarÁsperamente bueno, el texto.
ResponderEliminarsiempre la gente termina muerta en tus escritos? :P
ResponderEliminar¡Qué mágico!
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