jueves, 25 de abril de 2024

La epi

 

Ya no es madera la madera

ni metal el metal; está hecho de arte,

de los sonidos

                          que crecí:

lleva tu cuerpo las marcas de mis errores,

ya son memoria, y así mis manos

sienten camino y aprendizaje.

¿Existís más allá de nuestro abrazo,

o solo sos como canción al ser tocada?

Sos, guitarra, mi guitarra

cuando recorro la avenida de tus notas

plagada de fracasos y también

alegrías que gané gota a gota;

porque tu olor a sueño cuando estás cerca,

o la manía de ver el mundo en seis

o tu sabor

tiene a veces el color de lo que intento

y no me sale,

como raíz creciendo entre las piedras.

Sigo porque tu voz es mi voz,

que estoy cansado de escuchar

y al mismo tiempo necesito,

como una sed eterna y tan profunda

que me empuja a estar atado

y a la vez me suelta.

viernes, 19 de abril de 2024

Al mar

 El micro viejo avanzaba

como un terremoto cansado

y me llevó hacia otro viento.

 

En un hotel sin ventanas

dejé las cosas: una birome seca,

un bolso, llaves de mi hogar.

 

La arena de la playa

me pareció sucia,

fría,

y la gente

se desarmó en el agua:

una cabeza y un brazo,

un pie. Nada.

 

Construí castillos

enfrentando la marea

y junté piedritas,

un cementerio de soldados

que murieron

defendiendo a su señor del agua

y de la sal.

 

Tres días mudos

y después un bondi

distinto

me devolvió a la ciudad.

martes, 16 de abril de 2024

Son tan distintas

Un millón

de hormigas arrastran

hojas en llamas.

 

Firmes sus pinzas,

firmes sus pisadas.

Sus ojos

lloran por el humo.

Casi corriendo

una línea roja cargando muerte.

 

Me quedo helado.

 

− ¡Arderá en llamas el hormiguero! −

les diría

si mis palabras atravesaran su exoesqueleto.

 

¿Tienen orejas?

Son tan distintas

todas en fila.

 

Intento hablarles

                                   desesperado:

si no hacen algo

esta noche

el fuego llegará bajo la casa

 

y arderá.