“De todos es errar, solo del necio perseverar en el error.” Cicerón
A pesar del clima general de terror que había en el pueblo, la revolución no habría sido más que un juego allí, de no ser por la muerte de Don Gregorio.
Casi no había habido disparos. El día del levantamiento, todos marcharon con sus rifles, armas de caza, a casa de Gregorio. Allí, para su sorpresa, el aristócrata había organizado una pequeña resistencia. Alguien le había alertado lo que ocurría, probablemente para que escape. Pero no quería irse.
La resistencia del poderoso viejo consistía en guarecerse en su casa, tras haber tapiado las ventanas, junto a los dos únicos oficiales de policía del pueblo: Jorge, y su joven ayudante. Este último se rindió y salió de la casa con las manos en alto al ver que su padre estaba entre la multitud revolucionaria. Fueron necesarios algunos disparos, aunque ninguno con intenciones verdaderas de herir a nadie, para que Jorge siguiera tras él.
Don Gregorio, por otro lado, estaba empecinado en defender sus pertenencias y su situación de poder en el pueblo. Desde una de las ventanas más altas de la casa, quiso disparar al carpintero, a quien guardaba especial aversión. Jamás había disparado, y hubiera sido más sensato no hacerlo: la antigüedad que tenía por arma explotó en sus manos y las esquirlas metálicas le destrozaron la cara y parte del brazo.
Murió desangrado varias horas después.
Ilustración a cargo de Jo Murúa. Pueden ver más de su trabajo en
ResponderEliminarjomurua.blogspot.com
dibujoloqueveo.blogspot.com
Pero qué forma de morir...
ResponderEliminarHe vuelto a leer los demás microrrelatos (creo que me había quedado hasta el 2do...), en conjunto, es una buena historia, así, pequeñita, como ella misma.
Bien, el lector esperaba que la muerte hubiese llegado de otra forma. Ironías de la vida no? Un abrazo.
ResponderEliminar...a veces
ResponderEliminarperseverar
orar
dar
y errar
es una
virtud
un sin
sino
no fácil
de llevar...
todo un carácter hasta el final...
un fuerte abrazo LUCAS :
j.r.s.
Centinela: Intentan ser capítulos, no microrelatos... pero leélo como gustes :)
ResponderEliminarGracias por pasar y comentar.
Elisa... : ¿Esperabas otra cosa? Supongo que eso es bueno, ¿no? Te sorprendí...
JRS: Otro para vos, gracias y bienvenido.
Es este el fin de la guerra? O nos guarda más sorpresas?
ResponderEliminarhttp://idasueltas.blogspot.com/
es ironico como las primeras veces tb pueden ser las ultimas.
ResponderEliminarPobre hombre. Yo tampoco me esperaba ese final para él.
ResponderEliminarSaludos.
Camilo: En realidad, para el pueblo este es el comienzo de la guerra.
ResponderEliminarLola: Gracias por pasar y comentar.
Pía: Si, pobre... pero igual fue decisión de él, no podía terminar bien él solo contra todo el pueblo.
jajaj dps de tanta explicación, muy buena muerte
ResponderEliminarhola, gracias por pasarte por el blog, ingreso ahora directamente en el quinto capítulo, construyo por mi cuenta las derivas hacia atrás, me daré una vuelta para ver las que le siguen, algo de lo que leí me recordó a Rulfo.
ResponderEliminarun abrazo!
Vinny: Es interesante, otras personas me destacaron otros elementos como lo que destacaba, y no la muerte. Por ejemplo, el odio de Gregorio al zapatero: elije, cuando tiene que matar a cualquiera, al que ya le tenía bronca desde antes de la revolución (o aunque sea desde ese momento, elije por una cuestión personal, por su relación humana, y no a algún otro al que quizá le podía apuntar más fácil).
ResponderEliminarCaro: De nada. Podés leer los capítulos anteriores, además de imaginarlos... están ahí a tu disposición :)
Nunca leí a Rulfo. Otro abrazo para vos.
Este me gustó mucho. Hasta ahora se me olvidaba lo que pasaba en los anteriores, tenía que volver a leerlos, pero esto no se me olvidará. (voy a seguir leyendo)
ResponderEliminarMi otro yo: Es mi favorito :)
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