Tú
Sobre todas las cosas, hay que estar atento. Los pequeños delincuentes como vos esperan la menor distracción, que ven como una ventana abierta en una caja fuerte. Desde que comienza mi turno tengo que estar más que atento.
Mirás para otro lado, mirás fijamente para abajo, te sonás los dedos y el cuello, pero yo estoy atento a las pequeñas señales y puedo darme cuenta que estás a punto de cometer un delito. Puedo notar tu impaciencia, puedo ver las pequeñas gotas de transpiración cayendo por tu nuca, y hasta podría entenderte, pero nunca justificarte.
“Ya sabía que ibas a ser el primero en caer en la tentación”, pienso en cuanto te veo mirando fijamente a tus pares. “Tus intenciones son claras, de esta no te salvás.” Me paro adelante tuyo haciendo, con mi cuerpo, sombra sobre tu deleznable acto.
Él
Nosotros
Vosotros
Ellos
Esta obra es continuación y continúa en los blogs a los que pueden acceder clickeando en cada pronombre. Recomiendo leer las partes en orden.
Esta es una nueva obra conjunta, esta vez con seis autores trabajando juntos. Cada pronombre lleva a la parte de los demás. Recomiendo leerlas en orden.
ResponderEliminarbien hecho,
ResponderEliminarsaludos
Vengo desde el blog del Ellos, Miguelángel. Y me encuentro con un micro que dibuja situaciones absolutamente creíbles y bien contadas, felicidades.
ResponderEliminarSaludos
Paloma H.
miedo de la sombra...y seguimos
ResponderEliminarabrazo*
La mayoría ante estas circunstancias miraría para otro lado.
ResponderEliminarContinuará??? Me queda la curiosidad.
Saludos
Vengo de donde Juan y no estoy segura a dónde voy...
ResponderEliminarPero voy...
:S:S:S:S
Qué delito????
El Tu sospecha algo pero nunca podría averiguar el alcance de la osadía? estoy pensando en un asesinato horrible y no será para tanto :))
ResponderEliminarTú eres el creador de esta idea.
un saludo
Me pierdo en tanto blog, no se por dónde empezar y dónde terminar. Quizás en algún momento unes todos los relatos. Vengo del blog de Silvia. Le dejé comentario también.
ResponderEliminarSaludos cariñososl
wish i could understand the language...
ResponderEliminarDejo el mismo mensaje que escribí en el blog de Juan Ojeda:
ResponderEliminarEn una primera leída, los seis capítulos me dejaron con dudas. Los releí y, en la sexta parte, vi una luz esclarecedora. Volví a leerlos, ya con la idea clara, y ya me encuentro en condiciones de felicitarlos. Es muy bueno. Ese final es inimaginable. Me gustó mucho.
Pensé en miles de delitos, menos en ese que tan mal hace sentir a uno cuando es estudiante.
Saludos.
Lucas, ha sido una idea muy buena. La manera en que se construye el relato es única.
ResponderEliminarMe pregunto si el protagonista que habla en este relato está limpio de todo crimen, si en sus palabras se nota un odio por ese pequeño crimen y un deseo inconmensurable de hacer caer al criminal.
genial idea! me gusto mucho
ResponderEliminarSiempre me cayó mal el personal de seguridad de cualquier lugar, público o privado.
ResponderEliminarNo me genera confianza una persona que decidió que su trabajo en la vida sería espiar lo que hacen los demás...
Saludos
J.
Essto se pone intrigante, vengo de la casa de Juan y voy siguiendo el camino a ver donde me lleva esta historia conjunta, por ahora me mantiene intrigada.
ResponderEliminarBesitos