son nuestras propias canciones
lo que nos condena
o nos libera
las palabras que dije ayer
son hoy verdades corriendo con el viento
algunas susurran otras mueven hojas
otras mueven mundos
sigo buscando el nombre del silencio
una verdad eterna
una luz en este mar de ruido y caos
estaqueado
con plomo en los ojos
sigo buscando el nombre del silencio
no lo encuentro
canto una vez más
Sin dudas, por eso a veces, el silencio es un gran còmplice... Un abrazo.
ResponderEliminary cada vez que canto más mundo se mueve... que hermoso!
ResponderEliminard.y.o
Dicen que quien canta, sus males espanta...
ResponderEliminarSalu2.