Este poema es culpa de los pájaros
que empezaron a cantar en medio de la noche,
y de la fucking tristeza que dan las alegrías
cuando no puedo sostenerlas.
En esta noche de quilombos lejanos
y silencios inventados por la mente
hay más insomnes que los que imaginaba.
Saben que después el sol traerá nuevos
designios de los dioses muertos.
Los caminos gastados brillan
pero eso es por el sol que se refleja
en las motas de polvo que los habitan.
"Nada define mejor a los seres humanos que su voluntad de hacer cosas irracionales buscando recompensas tremendamente improbables. Éste el principio que hay detrás de las loterías, las citas amorosas y la religión". Será que necesitamos caer, descubrir la nada para más adelante poder vivir con más calma y sosiego.
ResponderEliminarun saludo
Estoy seguro que fue por culpa (¿gracias tal vez?) de los zorzales colorados.
ResponderEliminarHay muchos insomnes, es verdad.
Un abrazo.
HD
La peor parte es que, a medida que pasan los años y sumamos edad, mantener la alegría, cada vez cuesta más, y más, y más y más... Lo bueno es que, al parecer, nadie quiere percatarse de ello...
ResponderEliminarSaludos
J.
Esivellana: Muy acertada tu lectura, desde mi punto de vista. Llegar a la nada, o peor lograr lo que buscábamos y ver que es la nada misma. Pero así se aprende a buscar nuevos destinos, más profundos. Saludos, y gracias por tus comentarios.
ResponderEliminarHumberto: Exactamente, zorzales cantando en plena noche. Saludos
José: No es mi caso, por suerte. Gracias como siempre por leer y comentar. Saludos
Los pájaros terribles de la noche... Un abrazo.
ResponderEliminarLa imagen de un largo y cansado andar. Una agonía que no alcanza a llenar la costumbre, fue la impresión que me dejó el texto.
ResponderEliminarSaludos