Los pájaros mienten
en las ciudades
cantando fuerte en la madrugada
antes que el sol muestre la cara.
La luna baila
en los adoquines
que coleccionan
agua de lluvia.
Ya no hay más perros.
Unos pocos gatos,
únicos dueños
de leche en tarros
que les regala una vieja loca.
Y las sirenas desde otro barrio
rompen la calma que se rehace
con un bostezo en alguna cama:
Aún todos duermen
es muy temprano.
Abril (corregido en agosto) 2012